FMI recorta previsión a 2% para América Latina por tensión global

El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha emitido una señal de alerta para América Latina y el Caribe: su previsión de crecimiento económico para 2025 ha sido recortada del 2.5 % al 2 %, según el informe de Perspectivas Económicas Globales divulgado este martes. Esta nueva estimación evidencia un escenario complejo y marcado por la incertidumbre internacional que sacude a la región.
Los factores que han motivado este ajuste son múltiples y preocupantes. Desde tensiones geopolíticas hasta un endurecimiento de las condiciones financieras, pasando por la creciente fragmentación comercial, América Latina navega aguas turbulentas. El impacto de aranceles impuestos por Estados Unidos y la desaceleración de los mercados emergentes añaden presión a unas economías ya golpeadas por la inflación y la falta de inversión.

Pese a esta situación, hay señales de alivio: el FMI anticipa una notable desaceleración inflacionaria. Se espera que el promedio regional de inflación caiga del 16.6% en 2024 al 7.2% en 2025, y al 4.8% en 2026. Ajustes severos en economías como la de Argentina y Venezuela estarían comenzando a rendir frutos, generando una tendencia hacia la estabilización de precios.
Aunque el panorama de 2025 se oscurece, el FMI proyecta una leve recuperación para 2026, con una tasa de crecimiento del 2.4%. Esta cifra, aunque menor que la proyección inicial del 2.7%, supera el pronóstico para el año anterior, lo que ofrece una esperanza de repunte a medio plazo si se logran estabilizar las condiciones externas.

La región está llamada a responder con políticas económicas sólidas y estrategias que fomenten la inversión y la integración regional. La resiliencia latinoamericana será puesta a prueba, una vez más, frente a un entorno internacional que no da tregua.