Una potente explosión estremeció este sábado el puerto Shahid Rajaei, en Bandar Abbas, al sur de Irán, dejando al menos 516 heridos y obligando a la suspensión inmediata de todas las operaciones portuarias. El estallido, seguido de un incendio masivo, generó una enorme columna de humo visible a varios kilómetros de distancia, alarmando a la población y movilizando a los servicios de emergencia.
El siniestro se originó en el área de muelles, donde varios contenedores explotaron de forma repentina. La onda expansiva provocó graves daños estructurales en edificios administrativos, vehículos y zonas de carga. Equipos médicos evacuaron a los heridos a hospitales cercanos, mientras bomberos y rescatistas trabajaban a contrarreloj para contener el fuego y evitar su propagación hacia zonas más sensibles del puerto.
Shahid Rajaei es el principal puerto de contenedores de Irán y un eje estratégico en el estrecho de Ormuz, un paso clave para el comercio mundial de petróleo. La magnitud del desastre ha generado preocupación internacional, dada la importancia de esta terminal para el flujo energético global. Además, el suceso ocurre en un contexto delicado para el país, justo en medio de la reanudación de las conversaciones nucleares con Estados Unidos en Omán.
Aunque las causas exactas de la explosión siguen bajo investigación, las primeras hipótesis apuntan a la posible detonación de un tanque de combustible en la zona norte del muelle. Las autoridades iraníes prometieron una pesquisa exhaustiva para esclarecer lo ocurrido y reforzar las medidas de seguridad en una de sus infraestructuras más críticas.
